En primer lugar quiero agradecer a los profesores españoles y a los de Marruecos por habernos dado la oportunidad tanto a mi como a todos de realizar este gran viajes a Marruecos porque será uno de los viajes que jamás olvidaremos y que siempre recordaremos como una de las experiencias mas bonitas y enriquecedoras de nuestras vidas.
Nunca olvidaré ese primer día cuando llegamos y vimos a nuestros amigos marroquíes esperándonos con los brazos abiertos y tirándonos besos desde el primer momento que nos vieron.
Cada día visitamos un lugar diferente, algunos días nos llevamos muchas horas en el autobús pero con nuestros amigos marroquíes cantando y bailando siempre ¡se nos hacían más cortos los viajes!
El primer día cuando llegamos fuimos a Tánger y estuvimos unas horas paseando y conociendo mejor a nuestros amigos marroquíes y nos tomamos nuestro primer té marroquíes rodeados de todos los marroquíes y de nuestros profesores. Después fuimos a cenar a un restaurante magnífico donde nos dieron a elegir entre pollo y pescado que yo elegí y estaba riquísimo. Más tarde nos fuimos a nuestro hotel donde nos alojaríamos durante esa semana el hotel ESSALAM.
El segundo día fuimos a la Reserva de Merja Zerga, donde dimos un magnífico paseo en barco por la laguna, observando el hermoso paisaje que se podía ver, una vez que desembarcamos, nos bajamos en la playa donde pasamos unas dos o tres horas maravillosas con nuestros amigos marroquíes y españoles.
Después de eso volvimos a Larache y por la noche nuestros amigos marroquíes nos llevaron a conocer las calles y cenamos unas pizzas en el Tutti Frutti.
El tercer día por la mañana temprano partimos a las montañas del Rif, donde pudimos observar la belleza de aquel lugar, aunque hubo momentos que pasamos un poco de miedo porque pasamos por sitios un poco arriesgados, pero pronto desapareció ese miedo cuando nos sentamos a almorzar con nuestros amigos marroquíes. En ese momento fue cuando me di cuenta de lo afortunada que era de poder estar ahí rodeada de nuestros grandes amigos marroquíes pasando unos días maravillosos.
El cuarto día fuimos a la Rabat, donde se encontraba la torre de Hassan, gemela de nuestra giralda de Sevilla. Después visitamos el mausoleo, que tuvimos suerte porque pudimos entrar a ver la tumba del antiguo rey de Marruecos y me sentí muy afortunada porque nunca antes había entrado nuestro proyecto ahí
El quinto día fuimos a Ifrane, me impresiono mucho porque fue como si nos hubiéramos ido de Marruecos , fue como si estuviéramos en algún lugar de Francia, dimos un paseo y fuimos a ver uno de los arroyos que había en uno de los parques
El sexto día por la mañana yo me encontraba un poco mal, así que me quedé en el hotel, pero mis compañeros se fueron a ver las instalaciones portuarias de Larache, uno de los puertos pesqueros más importantes de Marruecos donde vieron la cantidad de el pescado fresco que se pescaba. Por la tarde fuimos a unos baños árabes estupendos de los que salimos super relajados.
El séptimo fuimos cada dos o tres españoles en grupo a casa de uno de nuestros amigos marroquíes donde nos prepararon un cuscús riquísimo y nos presentaron a sus familiares que nos trataron estupendamente. Por la noche nos fuimos a la fiesta de un colegio español donde la mayoría de gente nos fuimos a un bar a ver el derbi sevillano Sevilla-Betis que por desgracia ganó el Sevilla. Cuando acabó el derbi salimos del bar, fue entonces uno de los momentos más tristes ya que era la última noche y todos estuvimos con las lágrimas saltadas con la tristeza de que a la mañana siguiente ya nos íbamos de Marruecos.
El octavo día, el día mas triste y a la vez uno de los más felices porque nos despedimos con lágrimas en los ojos pero con la alegría de habernos conocido y de saber que tenemos unos grandes amigos en Marruecos y estoy segurísima de que algún día volveremos a vernos todos, ¡o eso espero!