Los 7 días que estuve en Marruecos han sido inolvidables para mí.
Me lo he pasado muy bien, he conocido otra lengua, hablada y escrita, pero no he aprendido a hablar ni a escribir. Lo veo muy difícil, solo he aprendido unas cuantas palabras sueltas como buenos días, hola, cosas así facilitas. Ha sido una experiencia inolvidable se lo recomiendo a todo el mundo, estuvimos con los alumnos y profesores de Larache que nos trataron muy bien a todos.
Visitamos muchas ciudades como: Tánger, Tetuán y Rabat. Larache es donde nos quedábamos a dormir en el hotel, todos los días íbamos a diferentes ciudades, menos Los 2 últimos días ya los pasamos allí en Larache.
Estuvimos viendo muchas cosas como: el rey de allí de Marruecos, su palacio, unos jardines muy bonitos, camellos etc.…
Allí hay mucha gente pobre, todo es mucho más barato allí.
A veces me miraban mucho porque soy tan morena y los hombres de allí se creían que era uno de ellos.
Cuando fuimos a casa de una alumna de Larache nos trataron muy bien, muy atentos con nosotros, mirando a ver si nos hacía falta algo y eso me gustó mucho, antes de comer me estuvieron vistiendo con ropa de allí me pusieron 3 vestidos. También estuve bailando con todas las chiquillas de allí a mí me daba mucha vergüenza porque aunque no lo parezca soy muy vergonzosa.
Una vez ya terminado de bailar nos pusimos a ver una boda marroquí de un hermano suyo, allí las bodas duran hasta 3 días y cada día novia lleva un traje distinto todos muy bonitos.
Cuando la madre hizo de comer, empezamos a comer, el 1º plato fue pollo con almendra con cuscús, pero no me gustó mucho el cuscús, pero el pollo sí estaba más bueno; el 2º plato me gustó más, era pollo en salsa y estaba muy bueno. Al terminar de comer nos pusieron un té típico de allí, no lo probé porque yo nada más olerlo sabía que no me iba a gustar nada, es que soy muy rara para las comidas. Me gustó mucho como nos trataron, siempre con esas caras de felicidad.
Por ultimo el día de salida de Larache a Tánger nos tuvimos que despedir en Larache y me dio tanta cosita por ellos que había algunas chiquillas llorando y me dio mucha penita, me hubiera gustado que hubiera durado todo algunos días más. Ha sido una experiencia inolvidable. Tengo muchas ganas de volver a repetir.
Macarena Martínez