Nos volvimos a levantar temprano para ir a Ifrane, una provincia de Marruecos que, a mis ojos, era bastante similar a Suiza, las casas eran totalmente diferentes a las casas que había visto anteriormente en otras partes de Marruecos.
Fue una de las numerosas ocasiones en las que no vi a los profesores, pasado un tiempo razonable después de abandonar el autobús, me encontraba entre alumnos marroquíes y algunos alumnos españoles que no sabíamos exáctamente hacia dónde dirigirnos, después de largos y largos paseos, fuimos al autobús destino a Meknes, una ciudad que pudimos visitar tan solo 20 minutos por cuestiones de falta de tiempo.
Fuimos a la puerta de Bab el-Mansour y fuimos a su zoco, lleno de gente y vitalidad, rápidamente regresamos al autobús y volvimos a Larache.